Esta es la primera parte de un cuento infantil en el que hallaremos a Manuela, Paquita y Rosita, tres buenas amigas, que sufren la desgracia de que todos los domingos se embarren sus alpargatas cuando al salir de misa van a jugar al parque; probablemente el equipo de competición de velocidad que forman en clase tendría más éxito si cada lunes el calzado estuviera totalmente seco.